lunes, 7 de abril de 2008

ANA IRIBAR


La familia de Goyo Ordóñez continúa siendo un ejemplo para todos los que creemos que de lo mejor que ha tenido esta democracia han sido las víctimas del terrorismo, muchas veces me pregunto que hubiera pasado si alguna vez alguno de ellos se hubiera tomado la justicia por su mano, no haciéndolo han hecho sin duda un gran favor a la joven democracia española. Además on un recuerdo imborrable de no puede haber una rendición ante los asesinos.


Primero fue Goyo, cuando le asesinaron quien mantuvo la firmeza de los Ordóñez fue su hermana Consuelo, luego María SanGil que era su asesora en el Ayuntamiento de San Sebastián y ahora su viuda Ana Iribar quien el sábado durante un acto de reconocimiento a la memoria de Goyo le recordó al lendakari que aquellos que le bailan el agua a los etarras no merecen más qu el mayor de los desprecios.

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