Leo con atención en el diario El Mundo de hoy la carta que escribe cada domingo su director Pedro J. Ramírez, en el habla de diferentes temas de actualidad, pero me llama poderosamente la atención un recordatorio que hace sobre el tan traído y llevado tema en su momento del terrorista De Juan Chaos.
No lo recordaba pero es cierto que Zp alegó en su momento que se le alimentaba y se tomaban medidas de gracia con el asesino de hipercor, cuando fingía la huelga de hambre, porque la vida es el don más preciado que existe.
Por una vez puedo estar de acuerdo con el Presidente, en lo de la vida no en lo del terrorista, ciertamente la vida es el don más preciado que hay, por eso estoy en contra de la Pena Capital, pero por ese y por otros cien motivos más estoy en contra de que se permita abortar a crías de 16 años sin el consentimiento de los padres.
Si hay día hoy, y hace 17 años se puede abortar prácticamente a la carta, si el supuesto psicológico es un coladero para el aborto libre en la práctica a cuento de qué viene el "liberalizarlo de esa manera".
Resulta curioso, como se ha repetido hasta la saciedad, que una adolescente a sus 16 años no pueda comprar tabaco, bebidas alcohólicas, o necesite el consentimiento de sus padres para salir de España, pero no necesite el consentimiento de los mismos para tomar una decisión tan dolorosa, traumática y en la que necesita más la cercanía y el cariño de los suyos que en el momento de acabar con una vida que lleva en su interior.
El sólo planteárselo me parece un horror y me cuesta entender medidas como éstas que sólo pueden tener la explicación de un ataque frontal a la Institución Familiar por parte de una izquierda que no cree en ella. La otra explicación que encuentro es la de generar "ruido" para que los españolitos no pensemos en la que nos está callendo encima economicamente o en la desgracia que supone para nosotros el tener ministerios y ministros/as tan inútiles como la "miembra" que propone esta despenalización del aborto.
Por muchos motivos, entre otros por mi hijo que pronto cumplirá 17 años me opongo frontalmente a esta Ley. Si de verdad quieren ayudar a las niñas que se vean en esta situación se pueden hacer mil cosas, entre otras informarlas correctamente de cuales son las consecuencias de vivir en una sociedad sin valores, en la cual lo único que se nos enseña es el gusto por el placer fácil, por el aquí te pillo y aquí te mato, por el no pensar en que nuestros actos tienen unas consecuencias que pueden ser dolorosas para nosotros y que pueden ser funestos para los demás. Modestamente pienso que eso es lo que se debiera hacer y potenciar.
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