Lo que se tenía que convertir en un fin de semana para recordar, se ha convertido SÍ en un fin de semana que no olvidaré pero sin duda no por lo que pensaba ayer de madrugada cuando me dirigía a recoger a unos buenos amigos para marchar al Mundial de Canaricultura que se ha celebrado en Piacenza, Italia. Todo empezó perfecto, llegamos a Bérgamo a primera hora de la mañana, cogimos 2 coches y hacia PiacenzaExpo. en la ciudad Lombarda nos recibió la nieve, pensé, "que maravilla, mi hijo que me acompaña va a ver una auténtica nevada". Una gran ilusión saludar a buenos amigos llegados de toda España, Italianos con los que me une una buena relación desde hace años, algún francés y belga a los que conozco de la red.
Todo perfecto hasta que me llamó Montse para informarme de que había pasado una desgracia en Sant Boi y que había habido algún niño muerto. Como los que me conocéis sabéis, trabajo en un Colegio en esa ciudad del Baix Llobregat, llamadas a mis compañeros de allí, que no sabían exactamente que había pasado... me hablan de 2-3 muertos, más tarde de 4 niños y algunos heridos, dos de ellos graves.
Como podéis suponer la ilusión del día desapareció. Si una pérdida de vidas humanas supone siempre un dolor, éste se multiplica por infinito si son niños. Que estupidez, morir de esa manera, que pena desaparecer a tan corta edad.
Uno se plantea muchas cosas cuando pasan cosas así, la primera ¿No se podía haber previsto? no parece de recibo con los medios que tenemos en la actualidad, pero quizás hoy no toca buscar responsables, porque seguro que haberlos hailos, hoy toca pensar en lo sucedido y estar cerca de las familias, una de ellas por cierto la Concejal del Partido Popular en Sant Boi que ha perdido a unos de sus sobrinos.
Probeblamente más adelante sabremos que provocó el "accidente" ahora simplemente dar calor y ánimo a la familia, me comenta Alberto Villagrasa que estuvo ayer con ellos y que lógicamente estaban destrozados.
Pues eso animos y un fuerte abrazo.